martes, 8 de octubre de 2024

LAS LENGUAS DE ESPAÑA

LAS LENGUAS DE ESPAÑA

España es una nación plurilingüe porque en su territorio conviven varias lenguas tal como recoge la Constitución de 1978. La lengua oficial del Estado español es el castellano. Además, en los estatutos de seis comunidades autónomas, aparece también la denominación de lengua propia y se proclama su carácter oficial junto con el castellano, el derecho de conocerla y utilizarla y la no discriminación por razones idiomáticas.

En España hay cuatro lenguas oficiales:
  • El español o castellano, que es oficial en toda España.
  • El catalán, que es oficial en Cataluña, en las islas Baleares y en la Comunidad Valenciana, donde recibe el nombre de valenciano.
  • El gallego, que es oficial en Galicia.
  • El euskera o vasco, que es oficial en el País Vasco y en algunas zonas de la Comunidad Foral de Navarra.

El hecho de que una lengua se considere oficial implica su reconocimiento jurídico, su uso por parte de las instituciones y de la Administración pública, su enseñanza y su presencia en los medios de comunicación.En algunas comunidades existen, así mismo, referencias a otras situaciones lingüísticas:
  • En el Estatuto del Principado de Asturias se establece la defensa y protección del bable.
  • Cataluña reconoce el aranés como lengua propia del Valle de Arán.
  • En Aragón se declara la protección de las fablas aragonesas.

Un poco de historia: ORIGEN DE LAS LENGUAS DE ESPAÑA

Las causas de la diversidad lingüística de España radican en la peculiar evolución histórico-social de la Península. Las lenguas de España, a excepción del vasco o euskera, proceden del latín, pertenecen, por tanto, a la familia de las lenguas románicas o romances.
En el largo proceso de aparición de las lenguas de España se pueden distinguir las siguientes fases:
  1. Las lenguas prerromanas
Las lenguas célticas, tartésica, ibérica y el vasco son lenguas prerromanas, es decir, las lenguas que se hablaban en la península antes de la conquista romana. Todas estas lenguas, excepto el euskera, fueron desapareciendo cuando la península fue conquistada por los romanos. De las lenguas prerromanas sólo conservamos restos en la toponimia (nombres de lugares) y en ciertos préstamos léxicos (barro, manteca, perro, lanza, pizarra…)
  1. La romanización
Con el desembarco en Ampurias (218 a.C), los romanos iniciaron la invasión de la península. Roma impuso su civilización y su lengua: el latín, en todos los órdenes: la variedad escrita fue de la cultura y de la Administración, y el latín vulgar se convirtió en la lengua común de todos los habitantes.
  1. Las invasiones germánicas
En el siglo V, las invasiones de pueblos germánicos (vándalos, suevos y alanos) y, posteriormente, la de los visigodos acabaron con la unidad política y lingüística y favorecieron el aislamiento de las regiones romanizadas.
El latín vulgar peninsular sufrió evoluciones propias según las diversas zonas. Entre los siglos VI y X surgieron las variedades románicas.
Algunos germanismos quedaron se incorporaron al latín: albergue, guerra, ganar, rico, fresco, blanco, ropa…
  1. La invasión árabe
En el siglo VIII, los árabes invadieron la península y la llegaron a ocupar entera, salvo algunas zonas del norte, que fueron la cuna de las lenguas románicas o romances.
La principal aportación del árabe a los romances se dio en el léxico.
  1. La Reconquista
Los reinos cristianos iniciaron la Reconquista y fueron extendiendo, progresivamente, sus dominios. La fragmentación política y territorial, la incomunicación entre los reinos y los rasgos propios de cada región favorecieron el desarrollo de distintos dialectos, cuya extensión empezó a delimitarse a fines del siglo XII.
Estos dialectos eran de oeste a este: gallego-portugués, astur-leonés, castellano, navarro-aragonés, el catalán y, en el sur, el mozárabe. El mozárabe era la lengua romance hablada en la España invadida por los musulmanes. Se conoce a través de las jarchas.
Junto a estos dialectos coexistía la lengua vasca que había reducido su extensión.
  1. La supremacía del castellano.
Acabada la Reconquista y establecida la supremacía de Castilla, el castellano pasó a ser la lengua de la Administración. La preeminencia de esta lengua provocó, con el tiempo, la desaparición del mozárabe y limitó el desarrollo del asturleonés y del navarro-aragonés.

EL CASTELLANO ACTUAL

El español es una lengua en constante expansión; en la actualidad se calcula que hay unos 495 millones de hispanohablantes. Es la segunda lengua más hablada del mundo como lengua nativa, tras el chino mandarín, que cuenta con 1000 millones de hablantes y el segundo idioma de comunicación internacional, tras el inglés.

El español es lengua oficial en España, en diversos países de América (México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Colombia, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina), en África (Guinea Ecuatorial) y en los campos de refugiados de distintas partes del mundo, en los que cuenta con entre 150.000 y 200.000 hablantes.

Además, es un idioma en expansión en Estados Unidos: en los territorios incorporados de California, Arizona, Nuevo México y Texas, y en grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco o Miami, donde han emigrado numerosos hispanohablantes. En Filipinas lo habla un 4% de la población, y en el Sahara Occidental, cerca de 16000 personas.

Al hablarse en un territorio tan extenso y en zonas tan distantes, presentan numerosas variedades, pero, a su vez, ofrece indudable unidad. Esta se mantiene y fortalece gracias a la labor de las academias de la lengua de los distintos países y a los medios de comunicación social.


LOS DIALECTOS DEL CASTELLANO

El castellano, como todas las lenguas, cuenta con variantes dialectales o dialectos que caracterizan la manera de hablar y organizar lingüísticamente la lengua en los diferentes territorios.

1) Variedades dialectales del castellano en España

El castellano presenta dos grandes variedades: el habla del norte y centro de la península (dialectos septentrionales) y el habla del sur y de las Canarias (dialectos meridionales):
a) Dialectos septentrionales: los principales rasgos de las variedades septentrionales son:
  • Pronunciación de la –d final como –z: saluz por salud.
  • Pronunciación de la secuencia –ct- como z: aspezto por aspecto.
  • Pronunciación de j por g: dijno por digno.
  • Pérdida de la d- intervocálica: cansao por cansado.
  • Leísmo (uso de le por lo): Le vio en la esquina.
  • Laísmo (uso de la por le): *Las dio a sus amigas una sorpresa.
  • Duplicación de preposiciones: Voy a por el pan.
b) Dialectos meridionales: incluyen el andaluz, el canario, el extremeño y el murciano. Estas modalidades presentan características comunes, que varían con frecuencia según las zonas. Sus rasgos más destacados son los siguientes:
  • Aspiración de s final de palabra o sílaba: lah niñah.
  • Apertura de la vocal final para sustituir a la –s final: lo libro.
  • Aspiración del sonido j: harra, hefe.
  • Confusión de la –l y –r final del sílaba: farda (por falda).
  • Pérdida de la –d- intervocálica: acostao (acostado), Graná (Granada), partío (partido).
  • Seseo (s por c,z): sena por cena, sapato por zapato.
  • Ceceo (z por s): zapo por sapo, coza por cosa.
  • Yeísmo (y por ll): cabayo (por caballo), ceriya (por cerilla).
  • Uso del pronombre ustedes por vosotros.
  • Uso de diversos sufijos para la formación del diminutivo: -illo/a (andaluz), -ino/a (extremeño), -ico/a (murciano).
  • Abundancia de arcaísmos: candela, escarpín
2) Variedades dialectales del castellano fuera de España

Fuera del territorio peninsular, el español hablado en América constituye un marco dialectal con características particulares. El llamado “español de América” no es unitario, sino que a su vez está formado por múltiples variantes dialectales cuyos límites no siempre coinciden con las fronteras políticas de los países.

El español de América comparte rasgos fónicos con las variedades meridionales (seseo, yeísmo, aspiración de la –s final, confusión –r y l, aspiración del sonido j, pérdida de la –d- intervocálica…

Tienen también en común algunos rasgos morfosintácticos, como el uso de ustedes por vosotros, aunque en Hispanoamérica presenta rasgos particulares como el voseo (uso de vos en lugar de tú); el empleo del pretérito perfecto simple en lugar del compuesto (Hoy compré un libro); o la tendencia al uso del diminutivo en verbos y adverbios (corriendito, ahorita).

En cuanto al léxico, en el español de América abundan los arcaísmos (anteojos, platicar), los indigenismos (chapulín, ajolote); anglicismos (chance, closet) y neologismos (salchipapa, choripán, aguacafé).