lunes, 31 de octubre de 2022

¿Fiesta de "jalogüín" o representación de Don Juan Tenorio?

Esta es la cuestión. Desde hace algunos años, te guste más o menos, la realidad es que se ha asimilado Halloween como una fiesta propia a la que, incluso, se ha castellanizado como "jalogüín". Esta fiesta tiene tirón por las decoraciones y celebraciones organizadas por diferentes establecimientos de la ciudad y, como no, en los centros educativos. Los ayuntamientos de toda la provincia organizan "Pasajes del terror" como si se tratara de una festividad de hace siglos.

Origen-la-historia-de-halloween

Pero, en muchas ciudades, es tradición representar, la víspera de Todos los Santos, la obra de Zorrilla, Don Juan Tenorio. Primero porque es una de las grandes piezas teatrales que, después de 178 años, aún hoy, sigue siendo una de las obras más representadas en España y segundo, porque la noche de difuntos la tradición señala que se ha de representar el Tenorio.






La tradición nace en el mismo momento en que se representó por segunda vez sobre un escenario, un 1 de noviembre. Algunos autores señalan que Zorrilla escribió esta obra por encargo cuando tan solo tenía 27 años. Otros dicen que fue un amigo quién le sugirió escribir una versión de “El burlador de Sevilla” ya que, según este, Tirso de Molina empequeñecía al mito del seductor que ya se había tratado anteriormente en obras como “El trovador”, “Los amantes de Teruel” o la propia “El burlador de Sevilla. Recordamos que el Tenorio se escribió en 1844 en pleno Romanticismo. El caso fue que Zorrilla vendió el Tenorio por 4200 reales de vellón al editor Manuel Delgado, porque en aquella época estaba atravesando una difícil situación económica. La obra se estrenó un 28 de marzo de 1844 en el Teatro de la Cruz de Madrid. Aunque gustó, no destacó demasiado y permaneció poco tiempo en cartel. Cuentan que fue 16 años después cuando el Tenorio consiguió un éxito arrollador.

Zorrilla llegó a repudiar su Tenorio, quizá empujado por la rabia de no poder sacar ni un centavo de los beneficios que estaba generando la obra. Publicó un escrito titulado “Cuatro palabras sobre mi Don Juan Tenorio” donde decía: “Yo no digo todas estas cosas porque deteste ni desprecie mi Don Juan. No, yo lo amo: es mi hijo, o mejor dicho, es mi aborto, puesto que yo mismo reconozco en él tantos y tan grandes defectos; es un monstruo, sí, pero es el parto de mi desatalentado ingenio, y tan jorobado, tan “deforme”, tan monstruoso como es, ha sostenido treinta años de pelea por la reputación de su padre ausente y procaz, insolente, temerario y provocador, se ha paseado por todos los teatros de los países en donde se habla aún el castellano, sin que haya encontrado un rival que le haya hecho sombra, ni una mujer que le haya llamado feo”. Incluso estrenó una zarzuela donde parodiaba su propia obra con la finalidad de que el público dejara de interesarse por el Tenorio.

La tradición de representar el Tenorio durante la festividad de Todos los Santos o la víspera de Difuntos se pierde en la noche de los tiempos. Existe disparidad de opiniones. Algunos autores dicen que Zorrilla escribió la obra un 1 de noviembre, otros se equivocan afirmando que el segundo acto, la escena del cementerio, transcurre durante ese día, pero todos coinciden en afirmar que la costumbre se estableció por los recursos dramáticos que se utilizan en la segunda parte de la obra, donde adquiere el protagonismo la muerte, las presencias fantasmagóricas, la redención y salvación del alma del arrepentido. Todo ello ambientado en un siniestro cementerio donde los muertos cobran vida. Y también es cierto que la segunda vez que se representó el Tenorio, 16 años después de su estreno, era un 1 de noviembre. Fecha que quizá se eligió ya que por aquel entonces eran habituales las representaciones de los autos sacramentales o quizá, por casualidades de la vida o por el ojo avizor de un avispado programador. Posteriormente fueron Rafael Calvo y Antonio Vico quienes recuperaron la tradición anual de representar la obra de Zorrilla.

Esperamos que la tradición siga viva durante muchos años más. Aquí os dejamos el enlace que os llevará a conocer el manuscrito original del Don Juan Tenorio y el vídeo de la obra protagonizada por Concha Velasco como Doña Inés y Francisco Rabal con Don Juan en la escena más recordada de toda la obra https://youtu.be/Py64rTeBDqI



En la página de TVE podemos encontrar la reposición realizada en 1966 de la obra de José Zorrilla. Os dejo el enlace de la representación teatral completa Estudio-1-don-juan-tenorio con estos dos grandes actores españoles.

Infografía de la obra
                               
Un breve resumen de la obra :

"Don Juan Tenorio llega a Sevilla después de varios años para contraer matrimonio con Doña Inés de Ulloa, hija del Comendador Don Gonzalo. Acude a la cita que tiene con Don Luis Mejía en la Hostería del Laurel, para comprobar cual de los dos ha logrado más conquistas en sus andanzas durante los años anteriores. Ambos ignoran que entre los que se encuentran presenciando el resultado de la apuesta, están Don Diego, padre de Don Juan y el Comendador. Debido a lo que escuchan, Don Gonzalo rompe su compromiso de casar a su hija con Don Juan y éste promete arrebatársela. Don Diego reniega de su hijo. En la trama Don Juan mata a Don Luis y a Don Gonzalo, ultraja a Doña Ana de Pantoja, prometida del propio Don Luis, y seduce a Doña Inés que, no obstante, ha conquistado el corazón de Don Juan y, después de muerta, conducirá al burlador hacia la salvación."

Y enlaces a la vida y obra de Zorrilla ,al libro pincha aquí y a la lectura de la famosa escena del sofá aquí . Por último, como nota de humor, os dejo el enlace al programa Late Motiv de Buenafuente en el que hacen una versión cómica de don+juan+tenorio

Os deseo una feliz víspera de Todos los Santos, disfrutando del #Tenorio. Recuperar nuestras tradiciones y disfrutar de nuestro patrimonio cultural es una labor de todos y todas.






No es serio este cementerio



 CANCIÓN DEL GRUPO MECANO

Señala las palabras del campo semántico de cementerio:


Colgado del cielo
Por doce cipreses
Doce apóstoles de verde
Velan doce meses
A la tapia en ruinas
Que lo delimita
Le han quitado algunas piedras
Para hacer la ermita
Tiene mi cementerio una fosa común
Donde estamos los héroes de Cuba
Los domingos los negros no dejan dormir
Pues les da por cantar misa luba
Y los muertos aquí lo pasamos muy bien
Entre flores de colores
Y los viernes y tal
Si en la fosa no hay plan
Nos vestimos y salimos
Para dar una vuelta
Sin pasar de la puerta eso si
Que los muertos aquí
Es donde tienen que estar
Y el cielo por mi
Se puede esperar
Este cementerio
No es cualquiera cosa
Pues las lapidas del fondo
Son de mármol rosa
Y aunque hay buenas tumbas
Están mejor los nichos
Porque cuestan mas baratos
Y no hay casi bichos
El panteón familiar
De los duques Medina y Luengo
Que aunque el juicio final
Nos trate por igual
Aquí hay gente de rancio abolengo
Y los muertos aquí lo pasamos muy bien
Entre flores de colores
Y los viernes y tal
Si en la fosa no hay plan
Nos vestimos y salimos

A continuación, os dejo una tarea de las @lasdelengua sobre el significado de frases hechas y refranes 




domingo, 30 de octubre de 2022

MIGUEL HERNÁNDEZ, POETA DEL PUEBLO

Hoy se cumplen 112 años del nacimiento del poeta del pueblo Miguel Hernández. Os dejo el enlace a un documental sobre este poeta 


El periódico @el_pais ha publicado, recientemente, una carta inédita que detalla las penalidades del "poeta del pueblo" en su cautiverio:

“Aquí nunca podré curarme, aquí me muero”. El poeta Miguel Hernández escribía poco antes de su muerte una carta sobrecogedora a su esposa, Josefina Manresa, a quien pedía de manera desesperada ayuda para salir de la prisión de Alicante donde lo mantenía encarcelado el régimen franquista y donde finalmente falleció en 1942.


"CANTANDO ESPERO A LA MUERTE,
QUE HAY RUISEÑORES
QUE CANTAN ENCIMA DE LOS FUSILES
Y EN MEDIO DE LAS BATALLAS."

#MiguelHernández  Viento del pueblo
 
 
 
Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942). Poeta y dramaturgo español.
De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aún así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.

A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunas, donde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid.

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino de Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas titulados El silbo vulnerado e Imagen de tu huella, y el más conocido El Rayo que no cesa (1936).

Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal.  Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.

Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.

“Llamo a la juventud”

Los quince y los dieciocho,
los dieciocho y los veinte
Me voy a cumplir los años
al fuego que me requiere,
y si resuena mi hora
antes de los doce meses,
los cumpliré bajo tierra.

Yo trato que de mí queden
una memoria de sol
y un sonido de valiente.

Si cada boca de España
de su juventud, pusiese
estas palabras, mordiéndolas,
en lo mejor de sus dientes:
si la juventud de España,
de un impulso solo y verde,
alzara su gallardía,
sus músculos extendiese
contra los desenfrenados
que apropiarse España quieren,
sería el mar arrojando
a la arena muda siempre
varios caballos de estiércol
de sus pueblos transparentes,
con un brazo inacabable
de perpetua espuma fuerte.

Si el Cid volviera a clavar
aquellos huesos que aún hieren
el polvo y el pensamiento,
aquel cerro de su frente,
aquel trueno de su alma
y aquella espada indeleble,
sin rival, sobre su sombra
en entrelazados laureles:
al mirar lo que de España
los alemanes pretenden,
los italianos procuran,
los moros, los portugueses,
que han grabado en nuestro cielo
constelaciones crueles
de crímenes empapados
en una sangre inocente,
subiera en su airado potro
y en su cólera celeste
a derribar trimotores
como quien derriba mieses.

Bajo una zarpa de lluvia,
y un racimo de relente,
y un ejército de sol,
campan los cuerpos rebeldes
de los españoles dignos
que al yugo no se someten,
y la claridad los sigue
y los robles los refieren.

Entre graves camilleros
hay heridos que se mueren
con el rostro rodeado
de tan diáfanos ponientes,
que son auroras sembradas
alrededor de sus sienes.
Parecen plata dormida
y oro en reposo parecen.
Llegaron a las trincheras
y dijeron firmemente:
¡Aquí echaremos raíces
antes que nadie nos eche!

Y la muerte se sintió
orgullosa de tenerles.

Pero en los negros rincones,
en los más negros, se tienden
a llorar por los caídos
madres que les dieron leche,
hermanas que los lavaron,
novias que han sido de nieve
y que se han vuelto de luto
y que se han vuelto de fiebre;
desconcertadas viudas,
desparramadas mujeres,
cartas y fotografías
que los expresan fielmente,
donde los ojos se rompen
de tanto ver y no verles,
de tanta lágrima muda,
de tanta hermosura ausente.

Juventud solar de España:
que pase el tiempo y se quede
con un murmullo de huesos
heroicos en su corriente.

Echa tus huesos al campo,
echa las fuerzas que tienes
a las cordilleras foscas
y al olivo del aceite.

Reduce por los collados,
y apaga la mala gente,
y atrévete con el plomo,
y el hombro y la pierna extiende.

Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.

Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.

La juventud siempre empuja,
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende.

La muerte junto al fusil,
antes que se nos destierre,
antes que se nos escupa,
antes que se nos afrente
y antes que entre las cenizas
que de nuestro pueblo queden,
arrastrados sin remedio
gritemos amargamente:
¡Ay España de mi vida,
ay España de mi muerte!

Miguel Hernández