¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido 5 los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado 10 del sabio Moro , en jaspes sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera, ni cura si encarama la lengua lisonjera 15 lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
¡Oh monte, oh fuente, oh río!si soy del vano dedo señalado; si, en busca deste viento, ando desalentado 20 con ansias vivas, con mortal cuidado? ¡Oh secreto seguro, deleitoso! Roto casi el navío, a vuestro almo reposo 25 huyo de aqueste mar tempestuoso. Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero; no quiero ver el ceño vanamente severo 30 de a quien la sangre ensalza o el dinero.[...] |
Nuestro viaje va a empezar. Este blog te servirá para seguir el itinerario, las paradas y conocer todos los recursos necesarios para no perderte nada en el camino. ¡Aprovecha el viaje y disfruta!